martes, 13 de noviembre de 2012

San Juan De La Cruz


Noche Oscura Del Alma

En una noche escura,
con ansias en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
A escuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a escuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche, que guiaste;
oh noche amable más que el alborada;
oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada, con el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire del almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.






Este poema pertenece a San Juan de la Cruz, poeta religioso místico español. Vivió durante el siglo XVI, la época del Renacimiento español, cuando además la reforma protestante continuaba expandiéndose. La iglesia católica perdía sequidores, por lo que recurría a escritores como San Juan para difundir la fe. La fe mística, a la que pertenecían San Juan, describía las experiencias que experimentaban algunos privilegiados cuando presenciaban una aparición de dios. San Juan escribía en verso y perteneció a la Orden de las Carmelitas descalzas, destacando, que siempre escribió sobre dios.
Este texto hace referencia a la obra “
Noche oscura del alma” la que constituye, junto a Cántico espiritual y Llama de amor viva, las obras más destacadas de la producción literaria de San Juan de la Cruz y de la poesía mísitca en general.
En ella, una joven abandona su casa por la noche a escondidas para poder encontrarse con su enamorado.
Esta obra pertenece al género lírico, ya que en ella el autor expresa sus emociones y sentimientos a través de los personajes, en este caso, la joven amada.

El tema de este poema, al igual que el de la mayoría de los poemas religiosos, es el amor divino, donde el autor expresa su devoción por Dios.

El poema se divide en tres partes, correspondientes a cada una de las tres vías o caminos que el alma ha de recorrer necesariamente para su unión con Dios.
L
a primera vía es la purgativa la que se halla circunscrita a las dos primeras estrofas. La segunda vía es la iluminativa que se corresponde con la tercera y cuarta estrofas. La tercera y definitiva vía es la unitiva en la cual se logra lo que el propio San Juan denominó matrimonio espiritual: la unión entre alma y Dios .

Dentro de estas fases podemos destacar cuatro partes que describen este proceso;
-Primera parte (estrofas 1ª y 2ª): trata de cómo la muchacha escapa de su casa.
-Segunda parte (estrofas 3ª y 4ª): muestra a la muchacha, ya fuera de la casa, yendo al encuentro del amado;
-Tercera parte (estrofa 5ª): expresa el clímax que provoca el encuentro de los amantes.
-Cuarta (estrofas 6ª, 7ª y 8ª): describe la relajación que sigue a la pasión del encuentro.


Cabe matizar que l
os escritores místicos para poder expresar esta unión espiritual se valen de imágenes tomadas del amor humano. El amor humano es, pues, la manera de la que se valen los místicos para explicar el amor divino: el Alma será la Esposa o Amada y Cristo el Esposo o Amado.
 Entrando en su estructura externa observamos que cada una de las ocho estrofas que componen el poema es una lira . Esta estrofa consta de dos endecasílabos (el segundo y quinto versos) y tres heptasílabos: su rima es consonante y las rimas se distribuyen: 7a 11B 7a 7b 11BLo primero que nos encontramos al analizar el texto es con el símbolo de la noche. Insiste el poeta en la idea de la oscuridad de los sentidos que ha de ser previa a la ascensión del alma.

En el v.6 nos encontramos también con una paradoja. La oscuridad normal nos hace caminar inseguros, pero esta oscuridad en el sentido explicado más arriba sí permite al alma elevarse con seguridad hacia Dios.
El alma, pues, avanza segura y encuentra una luz especial que hace que se transforme la "noche oscura" en "noche dichosa"; que propicia el encuentro con el Amado, a quien se alude mediante una perífrasis(sin decir su nombre):

adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
Mediante la metáfora, el poeta identifica el aire que mueve las hojas de los cedros con un abanico que refresca a los amantes

En la última estrofa se alcanza el clímax del poema: el Alma se une definitivamente al Amado y descansa del largo camino que ha tenido que recorrer. Mediante la aliteración del sonido /m/ se intenta cargar de afectividad y amor esta escena:


Quedéme y olvidéme;
el rostro recliné sobre el Amado
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado

La aliteración de /s/ en el estribillo: estando ya mi casa sosegada que nos sugiere la idea de silencio y soledad expresada en las correspondientes estrofas.
Para finalizar podemos decir que el poema que acabamos de comentar es típico de la poesía mística de San Juan de la Cruz. Mediante repeticiones, los elementos intensificadores de todo tipo, los distintos símbolos que utiliza, la estructura perfecta del poema e las imágenes tomadas, el poeta ha logrado transmitirnos las sensaciones que el Alma experimenta en su camino ascendente hasta alcanzar la unión mística con Dios.

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